Autor del post: Ana García Torres.
Bienvenidos a la economía de la experiencia.
La economía se ha basado durante las diversas etapas de su evolución en Bienes primarios agrícolas, productos industriales y economía de servicios. Pero los servicios se han ido convirtiendo en mercancías y la experiencia es el siguiente paso en la aportación de valor, ya que los consumidores desean experiencias y las empresas deben responder a dicha demanda.
UNA EXPERIENCIA ES UNA OFERTA TAN REAL COMO LO SON LOS SERVICIOS, LOS PRODUCTOS O LOS BIENES PRIMARIOS.
Las experiencias han sido el elemento fundamental de la industria de entretenimiento, hecho que Walt Disney y la compañía que fundó han explotado creativamente.
Las experiencias no se refieren exclusivamente al entretenimiento; las compañías organizan una experiencia cada vez que comprometen a los clientes de una manera personal y memorable. Según Sir Colin Marshall presidente de British Airways, esta debe "trascender la función y competir con base en proveer una experiencia". La compañía utiliza su servicio básico (el viaje) como escenario para ofrecer experiencias distintivas en el trayecto, intenta transformar viajes aéreos en un respiro en la vida agitada del pasajero.
Anuncio de AirFrance “Hacemos del cielo el mejor lugar de la Tierra”.
SE ES LO QUE SE COBRA:
Las compañías que ofrecen experiencias todavía no cobre explícitamente por los eventos que organiza es un indicio de la inmadurez de la economía de experiencias. Las compañías podrán comenzar a avanzar dentro de la economía de experiencias mediante el cobro de derechos de admisión -exigir a los clientes un pago por la experiencia-, pero un enfoque tal exige el diseño de experiencias más enriquecedoras, la empresa probablemente podría generar la misma cantidad de ingresos por Admisión.
Se debe diseñar una experiencia que, a juicio de los clientes, valga la pena por el precio que pagan.
Contemplar dos dimensiones de la experiencia:
· La primera corresponde a la participación del cliente, desde una participación pasiva (un concierto) a la participación activa, en la que los clientes desempeñan papeles cruciales para crear la representación o el evento que produce la experiencia.
· La segunda dimensión de la experiencia describe la conexión, que une a los clientes con el evento o la representación. En un extremo del espectro de conexión está la absorción, y en el otro la inmersión.
Las experiencias tienen que satisfacer una necesidad del cliente, tienen que funcionar y tienen que poderse entregar. Las experiencias se derivan de un proceso iterativo de exploración, preparación y representación, artes que deberán dominar los que aspiren a venderlas es diseño de experiencias que se convertirá en un arte empresarial tan importante como lo son hoy día el diseño de productos y el diseño de procesos.
Cinco principios claves en el diseño de experiencias:
1 .Asignarle un tema a la experiencia.
2. Armonizar las impresiones con referencias positivas.
3. Eliminar las referencias negativas.
4. Incluir recuerdos.
5. Comprometer los cinco sentidos.
Mientras más sentidos participen en una experiencia, más efectiva y memorable será.
Las compañías que no logran ofrecer experiencias consistentemente atractivas, que asignan un precio excesivo a sus experiencias con relación al valor percibido o que exageran en su capacidad de organizarlas sentirán presión en la demanda, la fijación de precios o ambos.
A medida que se vaya desarrollando la economía de experiencias, varios organizadores de experiencias saldrán del negocio.
El crecimiento de la economía industrial y de la economía de servicios se produjo con la proliferación de ofertas: productos y servicios que no existían antes de que diseñadores imaginativos y mercaderistas los inventaran y desarrollaran. También así crecerá la economía de experiencias: a través de los "vendavales de la destrucción creativa", como dijo el economista Joseph Schumpeter; es decir, la innovación empresarial, que amenaza con volver irrelevantes a aquellos que se limitan al mundo cada vez más pequeño de productos y servicios.
Bibliografía: Welcome to the Experience Economy, de Joseph Pine II y James H. Gilmore.
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